jueves, 12 de junio de 2025

LA TRIBULACIÓN

¿Has oído hablar de la Tribulación?

Para abordar este tema, es fundamental comenzar por el significado del término “tribulación” que según la Real Academia Española (RAE), se define como una forma de aflicción o sufrimiento, ya sea moral o físico. Implica un estado de angustia, dolor o una situación de adversidad que una persona enfrenta.

Si observamos la realidad nacional e internacional, estamos desde ya hace unos años, pasando de una crisis a otra, de todo tipo: institucional, social, moral, climática, salud o de guerra. Y si bien es cierto que muchas de ellas ya se han vivido en pasado, la diferencia es que ya no hay descansos, no hay espacio para la recuperación. Esto crea un sentimiento constante de angustia y preocupación, ya que siempre hay problemas nuevos, ya sea de un tipo o de otro.

Algunas características evidentes son:

  • La crisis climática que está fuera de nuestro alcance. Viendo el efecto, por ejemplo, en que los glaciares se están retirando en casi todas partes del mundo, incluso en los Alpes, el Himalaya, los Andes, las Montañas Rocosas, Alaska y África; la temperatura promedio de la superficie del planeta ha aumentado aproximadamente 1 grado Celsius desde finales del siglo XIX; el nivel global del mar subió unos 20 centímetros en el último siglo. (Obtenido de: https://ciencia.nasa.gov/cambio-climatico/evidencia/)
  • El deterioro de instituciones, que sufren una desintegración interna y han perdido credibilidad, evidenciando una corrupción que ya no puede ocultarse. Hay crisis moral en todos los niveles.
  • Los conflictos bélicos en escalada, con la amenaza inminente de una tercera guerra mundial. Con una exacerbación del mal en todos los ámbitos que ya no se limita a ciertos países; se observa incluso en nuestras propias ciudades y con ejemplos cada vez más cercanos a nosotros.
  • El surgimiento de gobernantes violentos que amenazan la paz y destruyen lo que encuentran a su paso.
  • Que “todos lo podrán ver y todos lo podrán escuchar”. Característica alarmante que fue anunciada y que la globalización ha permitido, eliminado la excusa de que no sabemos lo que sucede a nuestro alrededor y en el mundo. Sólo podrían excluirse quienes aún en este siglo, viven en la esclavitud y en la extrema pobreza, desigualdad que ha sido permitida por los poderosos.

Cristo nos enseña que este tiempo de tribulación es una transición que se produce como Vísperas de su venida cuan Dios, es decir, en toda su potestad Divina, ya nunca más como Hombre. Se debe a que todas las enseñanzas que nos dejó en su paso por esta Tierra han sido distorsionadas y relativizadas, perdiendo su sentido original… a esto se conoce como “apostasía”.

La apostasía ha cruzado todos los límites en nuestra vida, afectando profundamente cómo somos y cómo nos comportamos. Niega la naturaleza divina de Cristo, quien se encarnó en Jesús, así como la existencia del Espíritu que está presente en todos los seres humanos. El Espíritu es lo que nos permite tener una relación personal con Dios, ayudándonos a encontrar respuestas a las preguntas que surgen en nuestro interior y a ampliar nuestra visión más allá de lo que vemos a simple vista.

La apostasía utiliza interpretaciones manipuladoras y convenientes de lo divino, actuando de forma hipócrita y engañosa. Esto nos aleja del propósito del Reino de Dios, que siempre ha sido restaurar la calidad divina que los seres humanos hemos perdido. (Ver LA SALVACIÓN).

Entonces, el tiempo de tribulación se presenta como una respuesta a la realidad impuesta por la apostasía y el Reino se acerca al ser humano para liberarlo de la mentira y que pueda asumir su compromiso con el Plan de Dios. Se está cerrando un tiempo y las vísperas que vivimos (Tribulación) son preparativas para el inicio del Milenio de Paz que traerá Cristo. Este cambio muestra una división clara entre el bien y el mal.

¿Qué podemos hacer ante esta realidad?

Cristo nos invita a Optar por el Bien que no consiste simplemente en no hacer daño, comportarse correctamente o evitar involucrarse con la maldad. Para Cristo, hacer el Bien implica que cada persona decida formar parte de quienes practican y hacen propias sus enseñanzas.

Entonces, quien Opta por ser parte del Bien:

  • Convierte su Fe en una forma de vida coherente y recta, alineada con las enseñanzas de Cristo, sus Mandamientos y su camino espiritual.
  • Incorpora prácticas espirituales que potencien el gobierno del Bien en su vida: oración, meditación y virtudes.
  • Activa su Fe y comparte la luz que recibe en medio de la Tribulación, para que otros también puedan hacerlo.

Es un tiempo de definiciones y ya no basta sólo con creer...

Una mujer con los brazos extendidos

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

Invitación
Si este tema te genera inquietudes, si quieres Activar tu Fe y conocer la Fe Crística que transforma y lleva por coherencia a hacerse parte del Bien, envíame un mensaje por WhatsApp al 999590655. Como Sacerdote, bajo la Ley de Cristo, tengo la autoridad para compartir los fundamentos de la Fe Crística, que nos permiten sobrellevar estos tiempos en conciencia y a optar por reconocer a Cristo Dios como nuestro único guía y conductor hacia el Padre. (Ver: Cristo... DIOS Vivo y Victorioso)

Para profundizar en el tema, puedes visitar los siguientes enlaces:


ROXANA MUÑOZ HERRERA

Sacerdote bajo la Ley de Cristo

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