¿Has oído hablar de la
Tribulación?
Para abordar este tema,
es fundamental comenzar por el significado del término “tribulación” que según
la Real Academia Española (RAE), se define como una forma de aflicción o
sufrimiento, ya sea moral o físico. Implica un estado de angustia, dolor o una
situación de adversidad que una persona enfrenta.
Si observamos la
realidad nacional e internacional, estamos desde ya hace unos años, pasando de
una crisis a otra, de todo tipo: institucional, social, moral, climática, salud
o de guerra. Y si bien es cierto que muchas de ellas ya se han vivido en
pasado, la diferencia es que ya no hay descansos, no hay espacio para la
recuperación. Esto crea un sentimiento constante de angustia y preocupación, ya
que siempre hay problemas nuevos, ya sea de un tipo o de otro.
Algunas características evidentes
son:
- La
crisis climática que está fuera de nuestro alcance. Viendo el efecto, por ejemplo,
en que los glaciares se están retirando en casi todas partes del mundo,
incluso en los Alpes, el Himalaya, los Andes, las Montañas Rocosas, Alaska
y África; la temperatura promedio de la superficie del planeta ha
aumentado aproximadamente 1 grado Celsius desde finales del siglo XIX; el
nivel global del mar subió unos 20 centímetros en el último siglo. (Obtenido
de: https://ciencia.nasa.gov/cambio-climatico/evidencia/)
- El
deterioro de instituciones, que sufren una desintegración interna y han
perdido credibilidad, evidenciando una corrupción que ya no puede
ocultarse. Hay crisis moral en todos los niveles.
- Los
conflictos bélicos en escalada, con la amenaza inminente de una tercera
guerra mundial. Con una exacerbación del mal en todos los ámbitos que ya
no se limita a ciertos países; se observa incluso en nuestras propias
ciudades y con ejemplos cada vez más cercanos a nosotros.
- El
surgimiento de gobernantes violentos que amenazan la paz y destruyen lo
que encuentran a su paso.
- Que
“todos lo podrán ver y todos lo podrán escuchar”. Característica alarmante
que fue anunciada y que la globalización ha permitido, eliminado la excusa
de que no sabemos lo que sucede a nuestro alrededor y en el mundo. Sólo podrían
excluirse quienes aún en este siglo, viven en la esclavitud y en la
extrema pobreza, desigualdad que ha sido permitida por los poderosos.
Cristo nos enseña que este
tiempo de tribulación es una transición que se produce como Vísperas de su venida
cuan Dios, es decir, en toda su potestad Divina, ya nunca más como Hombre. Se
debe a que todas las enseñanzas que nos dejó en su paso por esta Tierra han
sido distorsionadas y relativizadas, perdiendo su sentido original… a esto se
conoce como “apostasía”.
La apostasía ha cruzado
todos los límites en nuestra vida, afectando profundamente cómo somos y cómo
nos comportamos. Niega la naturaleza divina de Cristo, quien se encarnó en
Jesús, así como la existencia del Espíritu que está presente en todos los seres
humanos. El Espíritu es lo que nos permite tener una relación personal con
Dios, ayudándonos a encontrar respuestas a las preguntas que surgen en nuestro
interior y a ampliar nuestra visión más allá de lo que vemos a simple vista.
La apostasía utiliza
interpretaciones manipuladoras y convenientes de lo divino, actuando de forma
hipócrita y engañosa. Esto nos aleja del propósito del Reino de Dios, que
siempre ha sido restaurar la calidad divina que los seres humanos hemos
perdido. (Ver LA SALVACIÓN).
Entonces, el tiempo de
tribulación se presenta como una respuesta a la realidad impuesta por la
apostasía y el Reino se acerca al ser humano para liberarlo de la mentira y que
pueda asumir su compromiso con el Plan de Dios. Se está cerrando un tiempo y las
vísperas que vivimos (Tribulación) son preparativas para el inicio del Milenio
de Paz que traerá Cristo. Este cambio muestra una división clara entre el bien
y el mal.
¿Qué podemos hacer
ante esta realidad?
Cristo nos invita
a Optar por el Bien que no consiste simplemente en no hacer daño,
comportarse correctamente o evitar involucrarse con la maldad. Para Cristo,
hacer el Bien implica que cada persona decida formar parte de quienes practican
y hacen propias sus enseñanzas.
Entonces, quien Opta por
ser parte del Bien:
- Convierte
su Fe en una forma de vida coherente y recta, alineada con las enseñanzas
de Cristo, sus Mandamientos y su camino espiritual.
- Incorpora
prácticas espirituales que potencien el gobierno del Bien en su vida:
oración, meditación y virtudes.
- Activa
su Fe y comparte la luz que recibe en medio de la Tribulación, para que
otros también puedan hacerlo.
Es un tiempo de definiciones y ya no basta sólo con creer...
Invitación
Si este tema te genera inquietudes, si quieres Activar tu Fe y conocer la Fe
Crística que transforma y lleva por coherencia a hacerse parte del Bien, envíame
un mensaje por WhatsApp al 999590655. Como Sacerdote, bajo la Ley de Cristo,
tengo la autoridad para compartir los fundamentos de la Fe Crística, que nos permiten
sobrellevar estos tiempos en conciencia y a optar por reconocer a Cristo Dios
como nuestro único guía y conductor hacia el Padre. (Ver: Cristo... DIOS Vivo y Victorioso)
Para profundizar en el tema, puedes visitar los siguientes enlaces:
ROXANA MUÑOZ HERRERA
Sacerdote bajo la Ley de Cristo